Patí Blanc - Llançà, Girona

Gran T.

Un restaurante fantástico en la vila, alejado relativamente de la zona de playa, lo que, automáticamente, lo convierte en un lugar tranquilo para comer en familia.

Los ingredientes son de alta calidad y la cocina y los puntos, perfectos.

Los camareros son muy atentos y agradables.

Muy recomendable, volveremos seguro.

Jorge E.

Mi restaurante preferido en Llançà. Tiene restaurant y también bar. Hay carnes, pescados y delicados entrantes. La decoración del restaurante es muy acojedora y sobria, y por la noche el ambiente se vuelve especial con el respaldo del patio arbolado.
En cuanto a entrantes, a mi me ha encantado la ensalada de burratina ahumada con variedad de tomates de proximidad. Se trata de una burratina diferente, no tan cremosa como la Italiana, pero con una textura y sabor muy equilibrados. El pescado como siempre en su punto y fresquísimo!. Los postres aquí siempre me fallan un poco, pero todo lo demás 10 puntos!. Muy recomendable. Es necesario reservar mesa en el restaurante porque de lo contrario no encontrarás lugar.

Jordi J. P.

El sitio de este restaurante es precioso lleno de plantas en un patio muy grande,antiguamente fue un tablado flamenco,discoteca etc. Se come de lujo pedimos raciones de pulpo a la gallega, calamares andaluza,croquetas de pollo y jamón,anchoas con olivas y pan con tomate. De postre helado de turrón con ratafia y cortado. El servicio perfecto y el trato bueno. Cuando vuelva por aquí iré a cenar en verano se tiene que estar genial lo recomiendo.

Maju E.

Comida excelente!!!. El trato del personal agradable. Muchísima gente y la espera de los platos se hace larga.

Tim

Pedí un carpaccio de verduras y no era carpaccio. La verdura estaba cocinada y en trozos gordos. Después pedí “pulpo con salsa romescu” y me trajeron calamar (se puede ver claramente en la foto que es calamar). También pedimos pez con “salsa de la casa” que no vino con salsa, solo aceite. Finalmente, para postre pedimos sorbete de lima y gengibre y nos trajeron un sorbete de limón que tenia gusto exactamente igual al del supermercado. Muy caro por lo que es. No lo recomiendo.

Laura W.

nos pedimos guacamole, estaba pasado y muy ácido, de supermercado. El plato era pequeño y cuesta casi 7€. Nos pedimos risotto de gambas y setas, no sabía a nada y el arroz estaba pasado, era agua con trozos de queso mal derretidos que parecían chicle. A parte, no vimos ni una sola gamba y cuando preguntamos nos dijeron que las gambas estaban en el fumet, que repito, no sabía a nada. El plato era muy pequeño y costaba prácticamente 10€.

Deportivo M.

Una experiencia gastronómica increíble! Este restaurante de tapas es una joya escondida. Cada plato es una explosión de sabores auténticos, desde las clásicas patatas bravas hasta las croquetas caseras que son simplemente perfectas. El ambiente es acogedor y el servicio es excepcional, con un personal atento y amable que te hace sentir como en casa. Ideal para compartir con amigos o disfrutar de una cena romántica. Definitivamente, volveré para probar más delicias. ¡Muy recomendable!

Yaiza A. C.

La comida muy, muy justita. El kuiatxo (calabacín relleno de verduras) estaba demasiado especiado, con cúrcuma, comino y anís estrellado (creo); el conjunto hace que realmente no seas capaz de saborear las verduras, y le da un toque amargo desagradable. La tortilla de patata, tremendamente seca, recalentada al microondas (y eso que la camarera nos ha dicho que la hacían al momento). En general es un sitio bonito para tomar algo, pero la comida es bastante mediocre. Le salva únicamente el lugar.