Els Fogons de Can Llaudés Restaurante - Besalú, Girona

Silvia G.

Fuimos a tomarnos algo luego de comer en un sitio muy rico, nos tomamos una botella de vino blanco de la casa, el precio bien y las vistas bien, la atención es muy normal les da un poco igual, nada a destacar! La botella unos 13€ aprox así que fantástico con esas vistas

S.B

Servicio malo, pedimos unas cañas y unas anchoas, y las anchoas llegaron ya cuando estabamos acabando las cañas. Preguntamos como eran las anchoas y la explicación fue completamente desganada por el personal

Mal producto, en vez de anchoas parecian boquerones, malísimos.

En resumen, mal servicio y mala calidad, solo tienen buena ubicación, si no fuera por eso ya estaría cerrado el negocio supongo.

Jorge T. L.

Local al que acudimos en día entre semana por estar casi todos los restaurantes cerrados.
Nos sentamos a las 13h.
Nos tomaron nota a la media hora de sentarnos y para un menú tardamos casi dos horas para comer.
Había menú pero sin el precio y al pedirlo, cada persona nos dio un precio diferente....al final fueron 17€. algo caro para dos patatas de Olot y un muslo de pollo al horno con una botella de agua.
Pero visto como se fue desarrollando el servicio fue una suerte.
Gente esperando una hora y al final no había casi de nada y tenían que comer lo que había.

Eduard I. G.

Vinimos un domingo de puente y estaban todos los restaurantes llenos. Nos gustó la carta aun que muy escasa pero nos gustó. Nos sentamos a las 14, pasaron 30 minutos hasta que nos vinieron a tomar nota con las bebidas incluidas ya que antes nadie se acercó a preguntarnos. 30 minutos más tarde, a las 15h ni si quiera teníamos las bebidas. A pesar de haberlo pedido todo no nos trajeron absolutamente nada, ni la bebida, ni una sola tapa. Ante esta situación nefasta nos levantamos y nos fuimos. Cuando se lo comentamos a la camarera su actitud fué de que no le importó. Además solo vimos tres camareros y la que parecía ser la jefa les hablaba realmente mal a sus dos compañeros delante de los clientes, en la misma mesa donde estaban tomando nota. Las mesas a nuestro alrededor estaban en la misma situación, para ser exactos la mesa de nuestra derecha estuvo 45 minutos esperando entre el primer plato y el segundo. Mientras que los de la mesa de la izquierda estuvieron 30 minutos para un postre y un café. Se puede entender que te falte personal pero eso era incompetencia pura. Deberíamos haberlo sospechado al ser el único restaurante de la plaza que no tenía cola. No hace falta decir que no volveremos.

Javier L.

Mesas montadas para comer y mesas de chapa sin montar en la terraza. Nos sentamos en una de ellas para tomar algo fresco y un señor con cara de pocos amigos mueve la cabeza como preguntando qué queremos y al pedir se marcha con su misma cara de "amable" diciendo que sólo comer...
Ya sé dónde no volver.

Bàldoa B. C.

Un recorrido por los sabores y colores del menú ,el restaurante se situa dentro de una capilla única , un buen trato ,buena comida y buenos vinos, la cocina es de autor , de mercado , sali satisfecha con la cantidad ya que se sirven varios platos , creo que hay gente que confunde Els Fogons de Can Llaudes con la Taberna y terraza al lado donde al día siguiente cenamos un buen vino y pescado salvaje de Rosas. Estamos encantados de haber podido degustar una cocina exquisita en un vello entorno

Julie M.

Fuimos hace tiempo y el trato no podría ser más altanero y soberbio, nada orientado al servicio o experiencia de cliente. Nos instaban a comer en el órden que ellos sugerían y no entendían las sutilezas del "no gracias". Además diferenciaban el trato y las ceremonias, a la hora de cobrar según el importe de factura. Algo que pintaba muy bien, no supieron estar a la altura, una lástima.

marta G.

La experiencia fue más que desagradable, el chef va de entendido, pero no supera la cocina arreglada que se hace actualmente.
La comida estaba medio bien pero nos pareció muy escasa y muy cara para lo que ofrecía.
El servicio nefasto por falta de personal, pues tardaron 45 minutos en servirnos.
Las botellas de agua servidas abiertas bajo la apariencia de "Solans de Cabra" pero rellenadas del grifo.
Lo único aceptable fue el helado ( de supermercado) y la cerveza damm (en lata claro), y el resto de precios de super lujo.