El Racó del Traginer - Igualada, Barcelona

Juanjlo V.

Visita obligada si te gusta el buen comer y degustar. Dispones de un MUSEO realmente bien conservado y digno de ver y visitar. Gracias por los consejos tanto en bebida como platos. Desde la entrada hasta la salida el trato es excelente y desde entrantes a postres, los sabores y texturas…también excelentes.

Virginia C.

Con solamente con el aperitivo de recibimiento ofrecimiento que nos brindaron ya teníamos claro que éste lugar tan especial iba a marcar la diferencia y dejarnos un bellísimo día. Nos deleitaron con un carpaccio de buey y una parrilla espectacular y sabrosa que se desase en tú boca. Compartimos de postre una crema catalana y un pastel de manzana casero. Todo ello acompañado por la buena conversación y el excelente equipo.

Gracias Ana y todo el equipo del Racó. A veces los pequeños detalles marcan toda la diferencia y hoy has sido el encargado de demostrarlo.

Gracias, sin duda volveremos 🤗😉

Sarita

Lugar curioso, bonito, con paredes de piedra, barriles gigantes dónde puedes comer en su interior.
Siempre e tenido buen recuerdo (e ido varias veces desde hace años, y la comida estaba "bien", pero..
recientemente fuí un mediodía laborable y fué toda una decepción..
Menú 17€ dos platos, postre y bebida.
El pan nos lo ofrecieron (preguntaron) en el primer plato, cosa que podrían poner directamente, nos trajeron pan de Pagés tal cuál, podrían tostarlo, ofrecer tomate, ajo, aceite..(es lugar de brasas), pero en realidad es sólo un detalle, lo peor viene cuando nos traen el primer plato lo cuál pedimos canelon crujiente y fideos, nos llega una especie de rollito que en su interior hay verdura (típica bolsa de congelados que compras en supermercado y pasas por la sartén) sabor 0, insipido y sin sentido. Los fideos sabor fuerte, entomatados y con mini trozos de butifarra blanca y negra (embutido)..incomibles.
Vienen los segundos platos: hamburguesa casera que me ofrecieron de ternera y tocino a la brasa con una loncha de chedar fundida..pintaba bien hasta que empiezo a comer..era un triturado de restos de carne y carne picada de supermercado, verduras, etc, era horrible y con trozos duros (vomitivo), las patatas fritas eran las tipicas congeladas finas. Las costillas adobadas, sí las que se compran en el supermercado envasadas que saben igual que el lomo adobado envasado, pues esas. La butifarra criollo, la típica en pack de 4 que venden en Mercadona.
El postre helado de turrón sabia a hielo, los trozitos de almendras reblandecidos..
El mousse de café era aceptable.
Calidad de la comida bajisima, nada de producto fresco 👎🏻
El lugar tiene mucho potencial cómo para servir esa pésima comida.
Necesita mejorar muchísimo.
Esperaba que nos preguntasen que tal habíamos comido (porque los platos prácticamente volvieron llenos a cocina), pero nada, así que aquí está la reseña.

Andres C.

El lugar es curioso de visitar, tiene un pequeño museo dedicado a la labranza, tractores, útiles de labranza............pero a la hora de comer, el menú es de 28€ o a la carta, pero tanto el uno como el otro para la cantidad que sirven, yo lo veo caro.
El servicio, bien, nos atendió una chica muy simpática.
Luego, tiene una terracita para tomar café y fumar si eres fumador.

Eva L. F.

Una tarde perfecta en compañía de la familia.
Tras visita al museo "El Traginer"(impresionante, asombroso, precioso), nuestra sorpresa, el restaurante.
Ambiente, comida y la anfitriona muy cordial, afable.
Las botas, barriles lo hacen muy particular.

La verdad!, para pasar un día genial en familia.

Crispulo D.

Un maravilloso lugar para comer y hacer turismo.
Un restaurante muy original, donde degustar una sabrosa carta, también menú diario.
Llegamos antes e hora y nos abrieron el museo Dels Traginers, donde pudimos disfrutar de unos magníficos carruajes, talleres de carrozas, herramientas, etc., con total tranquilidad.
Después disfrutamos de deliciosos platos catalanes para todos los gustos, con una atención de los camareros/as a todo momento.

Edgar C.

El sitio es muy bonito, sobre todo el museo, que hay que pagar para entrar pero merece la pena si te gusta ver carros antiguos por que están muy bien restaurados. En cuanto al restaurante es un poco incómodo, pues te metes dentro de unos barriles pero solo puedes entrar por el lado, por lo que si tienes que salir y estás al fondo, tienen que salir todos los demás para dejarte pasar. Eso si, queda la mar de bonito. La comida para mi no es nada buena, es todo a la brasa, pero de calidad supermercado, bastante mediocre. Patatas congeladas y pan seguramente tambien. No seria caro si la carne fuera buena y quien maneja las brasas lo hiciera un poco mejor, pero teniendo en cuenta todo esto, el precio es bastante alto para lo que dan. El servicio muy bien, el personal muy amable y te hace sentir bien. Espero que mejoren la comida, de momento he ido varias veces por que en la zona es de lo mejorcito.

enric A.

El lugar, genial. La ambientació, decoración, un 10. La comida, domingo hemos pedido menú de 26€. Muy buena la selección de platós. Exquisitos. Recomiendo.